Canción biológica

diciembre 4, 2014 at 11:00 pm (De la nada...)

La oreja en el pecho cual púa sobre el disco. Un pulso claro, dos corcheas y un silencio, repetidas infinitamente, dándole ritmo a la sinfonía. Una melodía de pocas notas, con arreglos que salen desde los más profundo, reposan en dos acordes que son una exhalación y una inhalación constante con un suspiro al final de cada estribillo.
Se siente un poco tonto. Tan buena orquesta solo para él, y pone Salta la Banca.

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